NA-MO GE CHANG GUAN IN (pronunciación)
¡Salve! (Homenaje al sagrado nombre de) Kuan Yin de la súplica-ruego (traducción)
En esta Manifestación Kuan Yin es súplica-ruego.
Audio con la pronunciación del mantra:
https://www.dropbox.com/sh/zr96fnrqttfzt4u/PzeiQLUX65/29th%20Manifestation/Kuan%20Yin%27s%20-%20Thirty-Three%20Manifestations%20-%20%2329.mp3.mp3
Esta es la enseñanza de Elizabeth Claire Prophet sobre la vigésima novena Manifestación:
¡Salve! Kuan Yin de la súplica-ruego. Homenaje al sagrado nombre de Kuan Yin de la súplica!
NA-MO GE CHANG GUAN IN
Devotos, creed que Kuan Yin aparecerá a aquellos que suplican-ruegan con desprendimiento de las cosas de este mundo y esas invocaciones a ella les traerán grandes bendiciones. Los veinticinco capítulos del Sutra del Loto, conocidos como los Sutras de Kuan Yin, son recitados muchas veces al día por los creyentes. Las tradiciones budistas están llenas de historias que ilustran a la Kuan Yin de la súplica y el ruego. La siguiente leyenda es relatada por Luis O. Gómez. Ha sido tomada de un capítulo bajo una antología titulada El Cristo y el Bodisatva. La historia está asociada con el templo de Kaju-Ji, localizado hoy en día en la prefectura de Kioto.
En tiempos antiguos en la prefectura de Kuata (?), de acuerdo a la leyenda, el tutor local decidió tener una estatua de Kannon, otro nombre de Kuan Yin. Él decidió tener una estatua de Kannon tallada por su residente personal. Contrató los servicios de un escultor y le pagó por adelantado. El escultor era un hombre piadoso, desde su niñez había llevado con él el Sutra Kannon, y cada día lo recitaba 33 veces.
La escultura fue terminada antes de lo programado y era mucho más hermosa de lo que el tutor se había imaginado. Se regocijó, estaba tan complacido que sintió que debía darle al escultor una compensación adicional por su trabajo. Como el tutor no era un hombre de muchos medios, sólo le pudo ofrecer su posesión más preciada –un caballo negro. Complacido con este regalo no esperado, el escultor ensilló y montó el caballo. Luego dispuso su viaje de regreso a la capital. El tutor por su parte observó su establo vacío y comenzó a reconsiderar lo que había hecho. De pronto el lamento se convirtió en codicia y luego en ira-rabia. Él llamó a uno de sus guardaespaldas y lo envío con la orden de matar al escultor y traer de regreso el caballo. El guardaespaldas del tutor tomó un atajo, salió adelante del escultor y espero en un bosquecillo de castaños. Esperó hasta que el escultor hubiese pasado y lanzó una flecha apuntando al centro de la espalda del hombre. En el instante que el escultor fue alcanzado cayó al suelo, el caballo se devolvió corriendo en dirección de la casa del tutor. De esta manera, el tutor recuperó su caballo.
Pasaron unos días y curiosamente ninguno de los de la familia del escultor vino a averiguar por él. El tutor pensó que esto era extraño así que envió a su guardaespaldas a la capital a chequear la residencia del escultor. Allí atado a un ciruelo estaba el caballo del tutor. Dos sirvientes estaban alimentando y cepillando al caballo y se veía incluso mejor que antes y allí en el jardín el criado del tutor vio al mismo escultor. Viendo esto, el guardaespaldas del tutor no podía creer sus ojos.
Él corrió hacia la casa del tutor a reportar su descubrimiento. Al comienzo, el tutor pensó que debía haber un error, pero cuando fue al establo a verificar, el caballo ya no estaba allí. El tutor sintió gran temor y remordimiento. Por lo tanto, él fue a la capilla a confesar su pecado delante de la imagen de Kannon. Pero cuando miró la imagen no pudo sostener un llanto de arrepentimiento. Proyectándose desde el pecho de la imagen de Kannon estaba la misma fleche disparada por el criado del tutor y un hilo de sangre brotaba de la herida que él había infligido en la bodisatva. Inmediatamente llamó a su criado y le mostró el milagro. Postrándose en el suelo lloraban incontroladamente y su remordimiento no tenía límites. Poco después, se dice que ambos el tutor y su criado se afeitaron la cabeza, dejaron la vida laica y entraron en un monasterio en la montaña a practicar el sendero Budista.
Dedicación:
Amada Kuan Yin ayúdame a tener desprendimiento de las cosas de este mundo para estar en el sendero del Buda y para ser Kuan Yin en manifestación. Esto lo pido para todos los hijos e hijas de Dios de acuerdo a la Sagrada Voluntad de Dios. Estoy agradecido. Amén.
¡YO SOY ESE YO SOY LA MADRE DIVINA DONDE YO SOY!
¡YO SOY ESE YO SOY KUAN YIN DONDE YO SOY!